sábado, mayo 24, 2008

Libros que marcaron mi adolescencia y luego la adultez

Sofi leía su libro del cual tenía prueba al día siguiente. Era un autor brasileño y le restaban 20 páginas.

Le pregunté si había leído los libros que más me habían impresionado en mi adolescencia, pero para mi sorpresa me di cuenta que ya no los piden en el colegio.

Y seguramente cuando leí por primera vez Juan Salvador Gaviota fue el comienzo de una iniciación, un descubrimiento interno. Sin uno darse cuenta estaban escondidos mensajes que hablaban de mística religiosa hasta hoy.

Recuerdo que leí unas 4 veces más Juan Salvador Gaviota. Primero a los 13, luego a los 15, a los 17, 21 y, luego, crecí.

Pero por qué me habían marcado tanto esos libros?. Y lo que recuerdo por siempre son frases que luego arreglé a mi manera.

Es así como internet me ayudó redescubrir a Juan Salvador en la web, y reencontré frases célebres que no hubiera entendido a los 13, 15, 17 o 21.

Algunas simples por ejemplo son:

"Gaviota que ve lejos vuela alto"

Es parecida a la frase del cientista político Carlos Camus, cuando plantea: "el mundo del hombre es del tamaño de los conceptos que conoce". Paso por la tolerancia que surge del conocer, del viajar, del volar alto y mirar lejos. Y caigo en Maturana, de la aceptación del otro como un legítimo otro. Eso es volar alto.

Si nuestra amistad depende de cosas como el espacio y el tiempo, entonces, cuando por fin superemos el espacio y el tiempo, habremos destruido nuestra propia hermandad! Pero supera el espacio, y nos quedará sólo un Aqui. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un Ahora. Y entre el Aqui y el Ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?"

Si tanto hablamos de la muerte y creemos en la vida después de ella, por qué sufrimos tanto al "perder a un ser querido?". A la muerte de mi madre, entendí que ella se seguía comunicando conmigo.

"-¡Olvídate de la fe! -le decía Chiang una y otra vez-. Tú no necesitaste fe para volar, lo que necesitaste fue comprender lo que era el vuelo. Esto es exactamente lo mismo. Ahora intentalo otra vez... "

Cuan fácil nos acercamos a Dios cuando los problemas nos superan. Dejando de intentar tomar el toro por las astas.

"Pero al fin llegó el día en que Chiang desapareció. Había estado hablando calladamente con todos ellos, exhortándoles a que nunca dejaran de aprender y de practicar y de esforzarse por comprender más acerca del perfecto e invisible principio de toda vida. Entonces, mientras hablaba, sus plumas se hicieron más y más resplandecientes hasta que al fin brillaron de tal manera que ninguna gaviota pudo mirarle.
-Juan -dijo, y estas fueron las últimas palabras que pronunció-, sigue trabajando en el amor.
"

Especialmente al alumno más avanzado le dirigió esa frase. Sigue trabajando en el amor. Es potente como "no tengan miedo de mirarlo a él", queriendo decir no tengan miedo de amar, aceptar, perdonar, agradecer. No te dejes llevar por el lado oscuro. y que esa fuerza te acompañe, siempre...el amor!!.

El libro en la web en: http://club.telepolis.com/jesusagrario/gaviota/juansgaviota.htm