sábado, mayo 06, 2006

Mi primer patio


Haber vivido mi infancia en el Toro, en medio de la cordillera de los andes, entre robles, raulíes y coigues. Con monos de nieve en el patio y baños en rios heladísimos en verano. Caminabamos decenas de kilómetros para llegar a bañarnos en el río polcura.

Camino a casa, debía pasar por todas las casas de mis amigos. Nunca faltaba una tía que ofrecía una leche con plátano natural y un pan con mermelada natural.

Hace poco tiempo encontré las fotos de esos lugares por los que transitaba. Se publicaban en internet para ofrecerlas en venta, no para habitarlas o usarlas...para desmantelarlas.

La escuela E-24 de El Toro. Desde el hijo del gerente de la empresa al obrero más humilde. Todos compañeros de curso.


En el Toro había un cine, que en realidad era un galpón con escenario. Sólo llegaban películas de vaqueros y de los titanes del ring. No llegaban películas de terror. Para eso bastaba ir al dentista y ver estas sillas verdes donde nos picaban las muelas (curaban las caries). Aun recuerdo el ruido ensordecedor de esos malditos torturadores.


La casa de uno de mis amigos, con una pileta fantasma en la cual se criaban ranas. Con las que no debíamos jugar para que no nos salieran verrugas. Finalmente, igual nos salían y los remedios de la naturaleza con corteza de radal eran la mejor sanación.

Un verano llegaron los monitores, estudiantes de educación física de alguna universidad, y ellos armaban excursiones con los niños. Como yo era el más chico y tenían principios de asma y pié plano, siempre me quedaba atrás, me perdía en el bosque con mi porotera. Recorría las casacadas y recorría los cerros solos sin temor a los perros salvajes de los que me hablaban mis padres.

Una vez en la universidad, siempre me quedaba atrás. Mis piés nunca mejoraron y aún me dolía el pecho con el aire helado. Ya no usaba porotera. Usaba una canon AE-1. Mi puntería era la misma.

El futuro, la inteligencia del hombre y la evolución de la concepción ética


En la medida que los recursos naturales se van haciendo más escasos y aumentan su precio, producto de la desmedida explotación por parte del hombre, resulta más fácil proyectar cuántos años de vida le queda al ser humano sobre la faz de la tierra.

La cuestión del tiempo depende de si la proyección tendencial es lineal (ya se equivocó malthus) o si es una curva más o menos abrupta que integra como factores los procesos de mejoramiento tecnológico, el mejoramiento genético y otros indicadores de la inteligencia humana.

Es una cuestión de tiempo diría alguien, como para calcular cuántas generaciones más aguanta el planeta, para llegar a copar su máxima capacidad de carga. ¿y luego qué?.

Está claro que frente a la escases y aumento del precio de las fuentes energéticas aparecerán mentes brillantes ofertando sustitutos. Lo más probable es que esos ya existan, pero se mantienen escondidos y acallados en la medida que la especulación aumenta los ingresos de los productores de esos energéticos o de quienes lucran de ellos.

Por otra parte, también se darán procesos lógicos de análisis domésticos en que las familias deberán conversar acerca de los sacrificios domésticos que implican ser más racionales en el uso de los recursos. Por una cuestión de equidad con los que vienen después de nosotros o por una cuestión de ahorro. ¿Cuánto frío estoy dispuesto a pasar para no contaminar con CO2 el ambiente?. ¿Cuánto calor estoy dispuesto a sufrir para evitar emitir más cfc a la atmósfera?. ¿Cuántas horas menos de internet estoy dispuesto a asumir diariamente para evitar un sobreconsmo energético eléctrico?, ¿cuánto smog estoy dispuesto a respirar para no cementar suelos agrícolas periurbanos?'.

En la medida que esos análisis no se hagan, la conservación no pasará más allá de ser una moda, algo novedoso que mirar, por miles de familias.

Creo que muchos de nosotros llegaremos a pensar que en realidad las generaciones futuras deberán ser suficientemente inteligentes y creativas para abordar ellos sus propios problemas y ver cómo viven en un planeta mejor. ¿por qué sufrir los sacrificios nosotros hoy?.

No me cabe ninguna duda que algunas mentes brillantes, tomadoras de decisiones sobre el futuro del planeta, deben estár utilizando hace años calculadoras sobre cuánto tiempo requiere áfrica para poder se repoblada y recolonizada. ¿Cuánto demoró Haití en llegar donde está, estándo tan cerca de la potencia más rica del mundo?.

Haití desde hace décadas que tenía su capacidad de carga copada y sobresaturada pero sobrevivía igual. ¿A qué costo?, ¿quien sabe?. ¿quién experimentaba allí para medir la capacidad de sobrevivencia de esa población?.

Creo que muchas mentes brillantes deben estár pensando en el mejoramiento genético de razas para enfrentar lo que viene. Razas más resistentes al frío, al calor, a la sequía, al hambre, para copar más completamente el globo terráqueo. Razas que sirvan para reemplazar paulatinamente a las más débiles y que hoy enfrentan la muerte.

No me cabe duda que mentes brillantes deben estár eligiendo a lupa las partes del planeta donde poner a habitar a esas razas superiores. Tampoco me parece raro que tengan compradas partes de esas tierras. Que nos estén invadiendo bajo diferentes ropajes. Multinacionales con nombres nativos, ecologistas, centros de investigación, etc.

No sería lo más inteligente hacerlo con trajes de comando y pintura en la cara.

Es cuestión de tiempo decía un amigo. Para que se invada nuestras cordilleras, bosques, secanos, glaciares, patagonias, costas y mares.

...y tenía razón.

Las negociacioens de tlc´s para chile y vecinos fueron a cambio de tierras bajo diferentes ropajes.

Un mapa de propiedad generado por SERPRIN de argentina hace unos años indicaba que casi la totalidad de la patagonia ya tenía bandera anglo o norteamericana.

Varias cientas de miles de hectáreas del sur austral de chile ya tienen esos mismos colores.

Por ahora se podrá llamar interés de conservación, pero en algún momento, cuando las evoluciones de la racionalidad por lo escaso sean críticas, todo tendrá un precio.

Contaminación porque si: Vamos que se puede


Ayer me encontré con patambito II frente al acuario (ver articulo anterior), le estaba echando hojitas del ficus a los peces para que se alimentaran.

Preferí no decirle nada esta vez. Al menos no desnucará a un pez y vamos mejorando...