Uoooohhhsss y Uaaahhhhhhh!sss!!! , en Tokio
De pronto escucho a unas 30 personas gritando: "Uhooooo...!!". "Ahhhhh!!!" Sonidos de impresión, me acerco al grupo. Escucho más sonidos pero esta vez de ternura.
Todo el mundo está agolpado frente a una muralla. Me trato de asomar pero no puedo. Está repleto. Me agacho para mirar entre las piernas de la gente, pero está lleno de niños y adultos.
Levanto mi cámara y la pongo en la modalidad de periscopio. Uhooo, se me sale naturalmente.
Un tigre de Indonesia me dice Yun, mi amigo japonés. 
Uoooohhhhhh, dice la gente. Yo igual.
El tigre, como sabiendo de las reacciones que genera en el público se acerca a su pareja, le lame la nuca. Ambos corren y juegan.
Ahhhhhh!!!.
Uooohhhhhh!!!. Se me sale otro Uooohhh.
El tigre se acerca a una ventana de vidrio que lo separa del mundanal ruido. Está lleno de niños en la ventana, y adultos. Todos agolpados. El tigre se da cuenta y sabe que lo miran y se sigue paseando muy cerca de la ventana. Escucha cómo los niños golpean la ventana para llamar su atención y camina hinchando el pecho.
Pienso que a esta gente jamás se le olvidará la experiencia. A los niños pequeños menos. En los paneles de afuera de la cámara explican la descripción del tipo de hábitat y país donde viven estos tigres. La destrucción de la selva. Y que destruyendo la selva se destruye el hogar de estos animales. Facilito de entender.
Conexión emocional a mil. Efecto logrado.
Algo similar ocurre en otro lugar cercano. Es el león, pero en este caso encuentro un espacio mayor de ventana vacía para mirar lo que pasa. Veo a un león que regalonea con una leona. Pero, teniendo un espacio inmenso, lo hace frente a una de las ventanas más cercanas a ellos. Los Uooohh son mas fuertes aún. El león se pasea frente a la ventana unas 30 veces. Soba su lomo contra el vidrio, como intentando sentir las caricias del público que está a 3 centímetros de distancia detrás del vidrio. La gente está en éxtasis. El león igual. No niego que yo también.
Es el zoológico de Ueno en Tokio.
