domingo, septiembre 23, 2007

El poder territorial e industrial de Arauco y CMPC

La mayoría de las plantaciones forestales son de propiedad privada. Grandes propietarios (consorcios con más de 5000 hectáreas de plantación) controlan el 51% de ellas. Los medianos propietarios, comprendiendo entre 1000 y 5000 ha, poseen el 15% y el segmento restante, que corresponde a pequeños propietarios, posee un 34% del total.

Los grupos Arauco y CMPC poseen el 65% de las plantaciones del país. La producción de celulosa es la más relevante, generando en promedio, entre 1991 y 2002, un 42% de las exportaciones forestales.

En torno a la industria se ha desarrollado una amplia gama de empresas proveedoras y de servicios. Existen cerca de 6000 medianas y pequeñas empresas que en su mayoría presentan un desempeño pobre, sin economías de escala, con baja calidad de producción y bajo nivel tecnológico.

En general, la situación de la pequeña y mediana propiedad e industria es precaria. Enfrenta dificultades para acceder al crédito, la tecnología y a sistemas de gestión y de certificación. Todo esto redunda en dificultades para competir y para acceder a los mercados, tanto nacionales como internacionales.

Esto tiene una enorme relevancia desde la perspectiva social ya que la industria secundaria aporta alrededor del 50% del empleo que se produce en la industria forestal nacional (aproximadamente 100 mil empleos directos).

En el sector forestal se reconocen dos mundos, el primero compuesto por los conglomerados y grandes empresas orientadas a la exportación, que han podido desarrollar una articulación en cuanto a procesos, mercados y servicios. El segundo, conformado por PYMES ligadas a actividades forestales (aserraderos, artesanos en muebles, venta de madera para construcción) que no actúan de manera articulada, sin economías de escala y de integración, con bajo nivel tecnológico, baja calidad de productos y preferentemente orientados al mercado interno (Moguillansky y Silva, 2000).

Se percibe que estos dos mundos no son integrables. Si bien se reconocen las potencialidades para el desarrollo del mercado de valor agregado en la madera, se estima que la dinámica concreta del mercado nacional e internacional no va en esa dirección.

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