lunes, junio 02, 2008

Conservación y Conversación, Sintonización y Sincronización.

Cuando estaba en La Piragua, cerca de Calzoncillos, comuna de Curepto, preguntaba a una jóven señora hace cuánto tiempo vivía allí.

Desde que el abuelo había fallecido, me respondía.

Y hace cuánto falleció el abuelo?, pregunté.

De cuando vino la helada esa después de cuando tembló fuerte.

Mmmmm. Y cuando tembló?

Cuando cultivabamos la papa.

Mmmm. Y usted tiene hijos?

Tengo uno, pero me lo quitaron, porque se enfermó. Se lo llevaron para Talca. Allá se está recuperando.

Y quien se lo llevó?.

Los de la municipalidad se lo llevaron. Me gustaría verlo a mi.

Y de cuando que se llevaron a su hijo?

De cuando cultivamos el poroto.

Y eso fue hace mucho?

De dos sequías atrás, me respondió.

Era la primera vez que me topaba con una persona que no conocía el reloj. Que sus tiempos y sus sincronias eran plenamente naturales.

Había tenido un hijo alguna vez, que se lo robaron o se le murió y nunca nadie le contó que había muerto.

El analfabetismo parece retraso en muchos momentos, pero es una falta de sintonía y sincronía, solamente.

No me atreví a preguntarle si sabía que el ruil estaba a punto de desaparecer, esos ruiles que estaban al lado de la chanchería y tocón del cual servía para lavar ropa.

Su falda, rajada a mano.

Difícil la conservación en ese escenario. Pensé.