Pinguinos salvados
Hoy quise ayudar a salvar a los pinguinos de Curanipe. En mi anterior artículo escribí que a veces la madre naturaleza se encarga de ser dura con sus especies. Pues hoy me demostró que también es bondadosa.
Hoy llegué al lugar y no quedaban pinguinos. Se habían ido. En los últimos dos días había llovido mucho y los pinguinos que estaba aprisionados en una pequeña laguna formada en la desembocadura de un pequeño estero y que para salir al mar requerían pasar por un callejón oscuro que le ofecían jotes, buitres y gaviotas.
Sin embargo, la lluvia le aportó agua al estero y embraveció a las olas que rompieron el banco de arena que separaba el mar de la laguna y los pinguinos lograron salir nadando en grupo me decían.
Al parecer la alcaldeza del lugar había ordenado levantar los cadáveres de los pinguinos en la playa y seguramente eso motivó a que los que estaban vivos decidieran irse.
Un ejemplo de unión entre ellos.
Los jotes por su parte, quedaron joteando, comiendose algunos de los pinguinos que quedaban en la playa. Pero que también son criaturas de Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario