Las actuales estrategias de Celco en Mataquito
Celco juega a diferentes bandas en el caso Licancel.
Por un lado, reconociendo el impacto ambiental aduciendo que el accidente fue provocado por funcionarios incompetentes sobre los cuales sugieren al gobierno hacer pesar todo el peso de la ley. Señalan que Celco tiene de las tecnologías más limpias a nivel mundial y que es la cultura local atípica la que genera accidentes. Esta estrategia la impulsa un paquete de abogados nuevos desechables contratados para sacar del paso a la empresa. El equipo es liderado por el ex ministro de agricultura Jaime Campos del partido radical, quien tendría especial influencia sobre autoridades regionales y sus abogados asesores. Por la prensa estos abogados asesores de la autoridad señalan que harán valer todo el peso de la ley sobre "los responsables del accidente", individualizando el evento de contaminación e, indirectamente, liberando de culpas a la empresa Celco.
Otra banda se refiere a la presión social que implica mantener la planta cerrada, con el desempleo que significa en el poblado de Licantén y Curepto. Esta presión la hacen sentir incluso involucrando a la iglesia. El párroco del pueblo de Licantén se ha involucrado en el conflicto para presionar la apertura de la planta.
Otro elemento se refiere a la neutralización de cualquier equipo de investigadores que representen una amenaza a la empresa. Para ello, han cubierto la casi totalidad del nicho de mercado asociado al ámbito ambiental. Mantienen relaciones casi todas las universidades nacionales y cualquier estudio que desarrolle algún centro de investigación independiente para se enfrentará a equipos de investigadores de estas universidades que cuestionarán de cualquier forma las metodologías aplicadas. Así como ocurrión con la PUC cuando cuestionaba al cabo de una semana los informes de resultado de la universidad austral en el caso de la contaminación del rio cruces en Valdivia.
Por otra parte, la planta licancel no es importante para el grupo arauco. Es una planta que celco compró en el año 1999-2000 a un grupo suizo por solo 90 millones de dólares, incluyendo todo el patrimonio de plantaciones que alcanzaba a la fecha unas 20 mil hectáreas. La utilidad que se obtiene en 3 meses de funcionamiento de la planta valdivia sirve para pagar la totalidad de la inversión de celco en Licancel.
Pudiera, así, pensarse que puede constituirse en un riesgo demasiado alto para la empresa mantener una planta tan vulnerable, especialmente cuando se pone en riesgo la imagen y la presión ambiental sobre sus plantas de valdivia y nueva aldea. Ambas intentan lavar la imagen de cisnes cuello negro, centenares de obreros contaminados con radiación, entre otros, y no pueden arriesgarse a aparecer nuevamente contaminados en su imagen por presencia de licor negro, mercurio y muerte a acusa de una planta pequeña.
Internacionalmente la imagen no es por las plantas de producción específicas, es por el nombre de la compañia e incluso por la imagen del país carente de inocuidad.
Actualmente Celco ha retomado los contactos con Fundación Chile, que antes apoyara a esta y otras empresas en el diseño del estándar de manejo forestal certfor chile y también propiciado el desarrollo acuícola de las industrias de angelini.
No menor ha sido los ejercicios de neutralización a la autoridad ambiental, contratando a ex funcionarios de Conama nacional del ámbito de la evaluación de impacto ambiental (Daud) y Control de Contaminación (Troncoso).
Sin duda que para enfrentar a estas empresas se requiere jugar en la misma cantidad de bandos y mucho más.
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