martes, abril 18, 2006

Una cultura menos dominadora sobre las bestias



El otro día de viaje a la Caleta de Duao, en la costa de la comuna de Licantén. En el camino me encontré con la grata sorpresa de ver una bandada de unos 100 a 150 flamencos chilenos junto a unos cisnes de cuello negro en la desembocadura del río mataquito .

El alcalde motivado por un encuentro turístico de muncipios quiere promocionar las bajadas de río, desde Licantén hasta la barra del río. Ello puede generar un riesgo de auyentamiento innecesario de la bandada, que facilmente puede migrar a otros humedales cercanos (p.e. Junquillar) o definitivamente irse hasta Chiloé.

Muchas veces las extremadas ganas por desarrollar actividades de turismo natural, terminan por autoliquidar por desconocimiento el potencial negocio o acción tildada de natural.

Un bote a motor que se acerque demasiado a los flamencos obviamente los espantará. Y no será raro que los boteros, para provocar un impacto mayor en el turista y mejorar sus fotos, tiren una que otra piedra a las aves para verlas levantar su vuelo.

En el lago Machicura lo aprendieron. Cuando llegaron unos 50 cisnes de cuello negro el invierno pasado, los vecinos se encargaron de demostrarles simpatía apuntandoles con rifles de postón, hondas y piedras, tanto así que ese gran atractivo se perdió y se trasladó al lago colbún, lugar desde donde tiempo después fueron auyentatos por los lugareños.

¿Se trata de educación ambiental, sensibilización, mucha televisión? o ¿falta de ella?

Me recuerda el artículo "Humedales, contaminación porque si". Va en la naturaleza humana querer dominar dobre el resto de las bestias. Calzan a la perfección los versículos del génesis referidos a la creación, cuando Dios depués de haber creado el sol, los astros, los bosques, los animales, creó al hombre a su imagen y semajanza, para que dominara sobre todas las bestias y cultivara los campos.

Una visión antropocentrista como esa viene grabada con fuego en nosotros.

1 comentario:

Patricio Novoa dijo...

En Bucalemu, un pueblo costero al poniente de Paredones, VI región, hay una laguna abuféra con cisnes de cuello negro y la gente los cuida, la calle principal del pueblo pasa al lado de la laguna y uno ve los cisnes a 20 metros y no vuelan ni se asustan aunque pase mucha movilización, notable, la fauna tiene una capacidad muy grande de coexistir con el hombre cuando este la cuida.